La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por piel seca, enrojecida, y picazón, y puede variar en severidad desde leve hasta grave. Este artículo explora qué es la dermatitis atópica, sus características, a quiénes afecta, su tratamiento convencional y el potencial beneficio del uso de cámaras hiperbáricas en su manejo.
¿Qué es?
La dermatitis atópica es una condición inflamatoria de la piel que causa sequedad, picazón, enrojecimiento e inflamación. Es una de las formas más comunes de eczema y suele comenzar en la infancia, aunque también puede aparecer en adultos. Su origen es multifactorial, involucrando una combinación de factores genéticos, ambientales y del sistema inmunológico.
¿Cuándo se Da y Cómo se Presenta?
El eccema atópico puede aparecer a cualquier edad, pero es más frecuente en niños pequeños. Los síntomas suelen comenzar en la infancia o niñez temprana, con un 60% de los casos iniciándose antes de los 6 meses. A medida que los niños crecen, los síntomas pueden mejorar, aunque en algunos casos la enfermedad persiste hasta la adultez.
Las manifestaciones clínicas incluyen:
- Piel seca y escamosa: La piel afectada tiende a perder humedad, volviéndose áspera y seca.
- Enrojecimiento e inflamación: La piel se pone roja e inflamada debido a la irritación crónica.
- Picazón intensa: Es uno de los síntomas más molestos, a menudo conduce a rascado que puede exacerbar la inflamación.
- Lesiones y costras: En casos graves, el rascado continuo puede llevar a lesiones, sangrado y costras.
Causas
Las personas con dermatitis atópica frecuentemente también padecen de asma o alergias estacionales, y a menudo tienen antecedentes familiares de trastornos alérgicos como asma, rinitis alérgica o eccema. Además, es común que den positivo en pruebas cutáneas para alergias. Sin embargo, es importante destacar que no es causada directamente por alergias.
Existen varios factores pueden agravar los síntomas del eccema atópico , incluyendo:
- Alergias: A polen, moho, ácaros del polvo o animales.
- Condiciones climáticas: Resfriados y aire seco durante el invierno.
- Enfermedades: Resfriados o gripe.
- Materiales irritantes: Contacto con materiales irritantes o químicos.
- Textiles ásperos: Contacto con materiales como la lana.
- Piel seca: Falta de hidratación adecuada.
- Estrés emocional: Puede intensificar los síntomas.
- Higiene excesiva: Baños frecuentes, duchas o nadar con regularidad pueden resecar la piel.
- Cambios de temperatura: Enfriamiento o sobrecalentamiento, así como cambios bruscos de temperatura.
- Productos cosméticos: Uso de perfumes o tintes en lociones y jabones.
¿Cómo controlarla?
Si padeces dermatitis atópica, hay varios cambios en el estilo de vida y cuidados que pueden ayudarte a prevenir los brotes. Lo más importante es minimizar el contacto con los factores desencadenantes, como alérgenos que puedan causar reacciones, incluyendo polen, polvo, animales o ciertos alimentos.
Para mantener tu piel en óptimas condiciones y reducir el riesgo de brotes, sigue estos consejos de cuidado de la piel: asegúrate de mantener una buena higiene, hidrátate adecuadamente y sigue una dieta equilibrada y saludable.
Cuando te duches, evita usar jabones demasiado fuertes. Limita el tiempo de la ducha a 10-15 minutos y opta por agua tibia en lugar de caliente, ya que el agua caliente puede resecar la piel. Además, seca tu piel con suavidad usando una toalla suave para evitar irritaciones.
¿A Quiénes Afecta?
El eccema atópico afecta a personas de todas las edades, pero es más prevalente en niños. Se estima que afecta entre el 15% y el 20% de los niños y hasta el 1-3% de los adultos. Hay una predisposición genética, ya que la condición suele presentarse en familias con antecedentes de enfermedades alérgicas, como asma y rinitis alérgica.
Los factores ambientales, como la exposición a alérgenos, irritantes y condiciones climáticas extremas, también juegan un papel crucial en el desarrollo y exacerbación del eccema. Para muchas personas, la alimentación puede influir en la aparición de brotes de dermatitis atópica. Aquí te ofrecemos algunas recomendaciones que podrían ayudar a reducir la inflamación:
- Disminuir el consumo de azúcar.
- Toma alimentos ricos en grasas de origen vegetal o omega 3.
- Controla o vigila el consumo de lácteos.
- Limita la acidez de tu cuerpo.
- Realiza ejercicio diario.
- Mantente hidratado.
Tratamientos Convencionales
El manejo de esta afección generalmente incluye:
- Hidratación de la piel: Uso de emolientes y cremas hidratantes para mantener la piel hidratada y reducir la sequedad.
- Corticosteroides tópicos: Cremas y ungüentos que reducen la inflamación y alivian la picazón.
- Inmunomoduladores tópicos: Medicamentos como tacrolimus y pimecrolimus que ayudan a controlar la inflamación sin los efectos secundarios de los corticosteroides.
- Antihistamínicos: Para controlar la picazón severa, aunque su eficacia puede variar.
- Control de desencadenantes: Identificación y evitación de factores que exacerban los síntomas, como ciertos alimentos, productos de cuidado personal y cambios estacionales.
¿En qué se diferencia de la piel sensible?
La piel está compuesta por varias capas: la epidermis en la superficie, la dermis justo debajo, y el tejido subcutáneo o hipodermis en la parte más profunda. Además, contiene estructuras accesorias como glándulas sudoríparas, glándulas sebáceas, folículos pilosos y uñas. Su función principal es proteger al cuerpo de daños físicos, prevenir la pérdida de agua y regular la temperatura corporal, actuando así como un órgano vital con diversas funciones, similar al hígado o al corazón. Como cualquier otro órgano, la piel puede experimentar deficiencias y enfermedades.
Además, existe la piel sensible, que se caracteriza por una mayor reactividad a factores externos como cremas hidratantes, geles de ducha, ropa o cambios climáticos.
La piel sensible no es una enfermedad en sí, sino un tipo de piel que reacciona de manera distinta a los factores externos en comparación con la piel normal. Las personas con piel sensible pueden experimentar picazón, ardor y una sensación de tirantez. Esto suele ocurrir cuando se alteran los mecanismos de defensa de la piel. Generalmente, se debe a una hidratación insuficiente de la epidermis y al daño de la capa protectora hidrolipídica, causado por cosméticos que alteran el pH de la piel, transformando su reacción ácida en alcalina.
Uso de Cámaras Hiperbáricas en el Tratamiento de la Dermatitis Atópica
La terapia con oxígeno hiperbárico (TOHB) implica respirar oxígeno puro en una cámara presurizada a niveles superiores a la atmósfera normal. Esta terapia se ha utilizado tradicionalmente para tratar heridas crónicas y otras condiciones médicas, pero recientes estudios sugieren que también puede ofrecer beneficios para esta afección cutánea.
Beneficios potenciales de la terapia hiperbárica incluyen:
- Reducción de la Inflamación: El oxígeno hiperbárico puede ayudar a reducir la inflamación en la piel, lo que podría aliviar los síntomas.
- Mejora de la Cicatrización de la Piel: Puede acelerar la reparación de la piel dañada y reducir la aparición de lesiones y costras.
- Aumento de la Hidratación cutánea: La terapia podría mejorar la capacidad de la piel para retener humedad, mitigando la sequedad.
- Modulación del Sistema Inmunológico: Puede ayudar a regular la respuesta inmune, que está alterada en la dermatitis atópica.
Aunque los estudios sobre la eficacia de la TOHB para el eccema atópico son aún limitados, los resultados preliminares son prometedores y sugieren que esta podría ser una opción complementaria a los tratamientos tradicionales.
Conclusión
La dermatitis atópica es una condición desafiante que afecta a una parte significativa de la población, especialmente a niños. El tratamiento convencional incluye el uso de hidratantes, corticosteroides y otras terapias para controlar la inflamación y los síntomas. Sin embargo, la terapia con oxígeno hiperbárico ofrece una nueva dimensión en el manejo de esta enfermedad, con potenciales beneficios en la reducción de la inflamación, mejora de la hidratación cutánea y aceleración de la cicatrización. Aunque aún se necesita más investigación para confirmar estos efectos, la Terapia con oxigeno hiperbárico podría representar una herramienta valiosa en el arsenal de tratamientos para la dermatitis atópica.